Además se exige el
cumplimiento del compromiso de financiación de Ignacio Diego y Mariano Rajoy
para la finalización del hospital Valdecilla.
El proyecto que el PP de Cantabria tiene en cartera para
Valdecilla consiste en agrupar los 40 contratos existentes que gestionan
servicios generales no asistenciales del hospital, por un valor total de 30
millones de euros/año y para un periodo de 20 años.
El PP los fusionará, haciendo un
único paquete y los adjudicará a una unión temporal de empresas (UTE) que, a
cambio, hará la obra pendiente de aproximadamente 100M€ y la dotación de
equipos.
Si este plan de los populares llega
a ejecutarse, los 20 años de adjudicación propuesta ponen en riesgo el futuro
de una gestión independiente de la sanidad de Cantabria, que impedirá buscar
alternativas empresariales más eficientes que aparecerán a lo largo de todo ese
tiempo.
Significará
atar de pies y manos a futuros gobiernos de Cantabria.
Esta operación requiere garantizar
el equilibrio económico financiero y el lucro cesante en caso de riesgo de
quiebra empresarial de la UTE, lo que nos produce
estupefacción, hablando del sector sanitario.
Durante 20 años, los Gobiernos de
Cantabria tendrán que garantizar el beneficio industrial de la UTE. Esto quiere
decir que vamos a trabajar para estas empresas y para sus intereses. Por tanto la UTE dará menos servicios, de peor calidad, con
menos personas, que cobrarán menos y trabajarán más y serán contratados sin
preservar los principios de igualdad, mérito y capacidad en el servicio
público.
Los beneficios vendrán de la merma
de gasto también en la parte asistencial. En la sanidad como derecho público,
en la defensa nacional, en la educación, en un sistema de pensiones elemental,
es decir, en los servicios esenciales para vivir y convivir en paz en una
sociedad democrática, no hay posibilidad de transferir el riesgo a una entidad
privada: el riesgo es de la sociedad y de sus representantes y de su gobierno.
Esto es de una evidencia tal, que va mucho más allá: hoy estamos sufriendo que
el sector financiero, paradigma de lo privado, no soporta un real riesgo porque
su quiebra rompería el contrato social.
Hay, un plan oculto futuro del PP
que no nos cuenta. Se trata de incorporar los contratos similares que existen
en los demás hospitales y atención primaria, aumentando el negocio. Después
también se incorporarán las áreas asistenciales, médicos y enfermeras. Al final
todo para la UTE y esperemos que no pase como en Madrid y signifique el retiro
dorado de alguno de los gestores que ahora impulsan esta privatización. Ejemplos
cercanos tenemos de ello.
Este proyecto del PP significa la
pérdida de autonomía de gestión de Cantabria y la privatización de Valdecilla.
Daniel Rivas
Portavoz Grupo Socialista
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